viernes, 3 de julio de 2009

Arrival to Dublin

Me bajé del avión y lo primero que sentí no fue alivio, ni miedo, ni alegría, ni cansancio... Lo primero que sentí al llegar a Dublín fue la humedad. Estoy tan acostumbrada al secarral de La Sagra que es como si tuviera que aprender a respirar de otra manera en los ambientes húmedos. Siempre me pasa.

Cogí el autobus 16A, que es el más barato, y el que más tarda en llegar al centro de la ciudad. Y me alegré un montón, porque tuve de compañera de asiento a una señora encantadora. Debía tener unos sesenta años, y más moral que el Alcollano para ponerse a hablar conmigo. Yo apenas la entendía, y mi cara la podéis imaginar cada vez que me comentaba, lo que fuera. Hasta que le dije "I´m from Spain", y entonces ví la luz. Entendí "tapas"... Oh, yea! Aproveché la jugada y le pregunté, "Do you like tapas?". Y me quedé más que satisfecha con esa frase tan bien construída. Estuve a punto de preguntarle si tenía alguna habitación libre en su casa, pero me corté. Y me bajé en la parada más cercana al Trinity College, según lo previsto.

Allí a las cinco llegó David, un chico de Albacete, que habla perfectamente bien castellano. En todas partes hay un ángel de la guarda con sus quehaceres. Al mío le ha tocado brindarme su casa estos primeros días. Ahora él está en España, y yo en su casa con un coreano, un inglés y mauri (llamado así por ser de las Islas Mauricio). Todavía no tengo muy claro cómo nos vamos a comunicar.

Curiosidades varias:
* Cruzar las calles aquí es de guasa, el semáforo en verde para peatones dura un instantito (esta palabra va por ti, Isabel), así que casi todo el mundo cruza en ámbar, y muchos, en rojo. Y yo, pues me apaño como puedo.
* El nestea al limón, sabe mucho más a té que en España, ¿es posible?
* La basura sólo se puede sacar una vez a la semana, y ¡pagando!

Esta canción es mi favorita de Matt Monro. No me digáis que no es bonito el inglés.

http://www.youtube.com/watch?v=LRJffMuTyBg

Un besín.

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